miércoles, 6 de abril de 2011

" Solo un momento ":

El mundo de hoy, nos sumerge en un sin fin de actividades que implican compromisos ineludibles que no podemos desatender y nos somete a un nivel de exigencia que en muchos casos supera nuestra capacidad de respuesta

A pesar de ello, seguimos adelante sin pensar tal vez en cuales serian las consecuencias de esa sobre exigencia que nosotros mismos a veces nos imponemos.

Respondemos a nuestras obligaciones laborales, familiares, educacionales, estamos dispuestos a aceptar, a entender, a comprender y hasta ocasionalmente nos hacemos de un tiempo para compartir un café con algún amigo que necesita expresar sus sentimientos en un marco de sinceridad y confidencialidad.  Y así somos, y así nos comportamos porque seguramente todas estas actitudes y procederes responden a nuestra esencia, a nuestra necesidad de compromiso con los demás, a nuestros valores, a nuestras creencias, a nuestra forma de ser en la vida.

A su vez, este trajinar, también nos enfrenta a una difícil tarea: " La tarea de poder estar en contacto con nosotros mismos ", ya que en realidad cuanto es el tiempo que nos dedicamos para establecer nuestro dialogo interno? Cuanto es el tiempo que nos dedicamos para preguntarnos como estamos, que queremos, que necesitamos, como nos sentimos, como nos vemos, que buscamos, que queremos alcanzar, que alcanzamos.? Cuanto es el tiempo que dedicamos para estar en contacto con nuestro mundo interior?

En algunos casos, probablemente el tiempo necesario, en otros no lo suficiente y en otros tal vez no exista tiempo alguno.

Pero independientemente de cada caso en particular, que importante seria poder hacernos del tiempo adecuado para tomar un café con nosotros mismos  y poder así escuchar todas aquellas cosas que nos quisieramos decir, así como también replantearnos y responder a todos los interrogantes que a diario se nos puedan presentar y actuar en consecuencia.

La posibilidad existe, la decisión esta en cada uno de nosotros.


" Todo ser humano tiene en su interior, en su alma, un sonido bajito, su nota, que es su singularidad, su esencia, su ser. Si el sonido de sus actos no coincide con esa nota, la persona no puede ser feliz "

                                                                                      Sofia Prokoffieva
                                                                              

3 comentarios:

Maria Sivana dijo...

Muy bueno Marce, me gustó la imagen de tomar un café conmigo misma, me lo llevo para hacerlo mas seguido aunque te confieso que lo hago bastante. un abrazo

Escuela para todos Luz ONG dijo...

excelente Marce, un dia de esto lo leo en el programa de radio!!!Me encantó y te sigo desde el blog del programa de radio. Besos

alejandra Fortunato

Clr.Marcelo peralta dijo...

Gracias Ale. Muchas gracias ¡¡¡¡¡¡